Durante este mes de febrero, el Museo Escolar de Pusol ha recibido la visita de grupos de personas con discapacidad, del Centro Público de Educación Especial Tamarit y de la Asociación ADACEA. Para llevar a cabo con éxito estas visitas guiadas, los/as técnicos hemos aplicado algunos de los conocimientos adquiridos en el curso "Museos para todas las personas: planificación, atención inclusiva y diseño universal", que Vilamuseu impartió el pasado mes de enero. A raíz de esta formación, el personal del Museo Escolar está más concienciado si cabe con la accesibilidad, no solo desde el punto de vista de facilitar el acceso a las instalaciones -mediante la adaptación de espacios-, sino también desde el punto de vista del diseño universal, es decir, la adaptación de todos los contenidos del museo a cualquier persona con limitación funcional.

El mejor ejemplo es la visita que recibimos hace unos días de una persona con pérdida total de visión, que vino junto con sus compañeros y compañeras del CPEE Tamarit. Para que este visitante pudiese acceder a la colección del museo, los/as técnicos seleccionamos una serie de piezas concretas que reflejasen, en la medida de lo posible, el espacio expositivo en cuestión. Por ejemplo, para el espacio de la cocina de la casa de campo tradicional, en la que los/as guías explican que no había luz eléctrica ni agua corriente, este visitante pudo tocar el candil, el quinqué y la tabla de madera, para conocer cómo iluminaban las estancias y como lavaban la ropa antiguamente. Para la sección que explica los trabajos del cáñamo escogimos la agramadera, una herramienta que se empleaba para quebrar el cáñamo y extraer la fibra de su interior. Esta persona pudo utilizar la herramienta e imaginar, a través de su peso, cómo era posible quebrar la cáscara que envuelve la fibra del cáñamo. Además, gracias a la colaboración del propio centro Tamarit y de la ONCE, pudimos contar con textos de la guía adaptados al braille, de los que dispondremos permanentemente para las visitas de personas ciegas.

Esa misma semana nos visitó otro grupo de adultos desde la Asociación de Personas con Daño Cerebral Adquirido (ADACEA). Fue emocionante escucharles compartir los recuerdos de su infancia, recordar los negocios en los que compraban, etc. Pero no solo hubo momentos para la nostalgia, también nos reímos con los artículos de broma que la Droguería Pérez Seguí vendía, como los excrementos y las rosquillas de plástico.

Estas visitas han llegado en el mejor momento. Nuestros/as visitantes han podido disfrutar de una visita un poco más agradable, cómoda y accesible. Desde el Museo Escolar de Pusol seguiremos trabajando día a día para mejorar la inclusión y la accesibilidad, tanto de sus instalaciones como de su colección, para todas las personas.

Autor: Borja Guilló, técnico del Museo Escolar.